martes, 28 de agosto de 2012

Roxxxy, la nueva muñeca inflable robotizada

Todavía no cocina ni limpia, pero hace el amor y suelta unas cuantas frases.

La Inteligencia Artifical ha dado un paso más hasta inmiscuirse en el terreno de la sexualidad. Y ese paso tiene nombre de mujer: Roxxxy, una muñeca robotizada, creada por la compañía estadounidense True Companion.

Todo para el deleite de los varones que deseen poner un parche a su manida habilidad para las relaciones humanas… de la mano de un robot programado para cumplir la voluntad de su dueño.

Claro, así cualquiera se aventura al riesgo que suponen las relaciones entre los seres humanos. El precio por ser un antisocial, un amante de la tecnología de lujo o simplemente un aficionado a los juguetes sexuales, se sitúa entre los 7.000 y 9.000 dólares.

La susodicha mujer robot ha sido presentada esta semana durante la Exposición de Entretenimiento Adulto (ANV), celebrada en Las Vegas. Según su creador, Douglas Hine, la muchacha todavía no ha alcanzado el tan ansiado estatuto de “mujer perfecta”. Más esperado por los hombres que por las mujeres, todo hay que decirlo.

Todavía está incapacitada para realizar las tareas del hogar, no puede ni fregar, ni limpiar, ni cocinar. Los hombres habrán de conformarse con el sexo, que es para lo que Roxxxy ha sido realmente diseñada. Por el momento.


El mundo de las muñecas se expande, ya que la robot cuenta con características más o menos novedosas. Para empezar, mide 73 cm y pesa 54 kilogramos. Su cuerpo es articulado y su piel artificial está mucho más conseguida que el plástico de flotador que caracterizaba a sus hermanas hinchables. Es más, los creadores la han dotado de una “cierta” inteligencia.


De este modo, Roxxxy no solo está destinada a satisfacer la cuota sexual que todo hombre necesita cubrir, sino que también pretende ser competente en el plano psicológico, haciendo que su personalidad se desarrolle mediante la programación informática. Dicho así, hasta parece coherente.


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